Cuando dejé Porsche Ibérica, me fui a la empresa equivocada, en el momento equivocado y al sector equivocado. Corría el año 2006. Muchas veces me preguntan si me arrepiento de haber abandonado una marca como Porsche. La respuesta es sí.
Visto lo visto y tal como se han desarrollado los acontecimientos, nunca debería haber dejado la marca. Creía hacer lo correcto y que el futuro sería mejor. Me equivoqué.
Pero apechugando con aquello, sigo adelante y sigo trabajando para que las cosas vuelvan a ser como eran. También me preguntan si lo echo de menos. Quizás aún más!! A pesar de que el sector de la automoción no está en su mejor momento en España, las marcas del calado de Porsche aguantan el tirón y son empresas que demuestran solidez. Aunque la vida en la automoción ya no es como fueron, Porsche aún demuestra ser una empresa solvente y líder en diseño y deportividad.
Trabajar diez años para los alemanes me aportó mucho conocimiento en el campo de la comunicación, mucha experiencia y muchos contactos en todo tipo de sectores y todo tipo de profesiones de éxito.
Y una cosa queda clara. Las empresas las hacen las personas, pero las marcas no dependen de ellas. Nadie es imprescindible. Las cosas siguen adelante y hay mucha gente capaz de hacer un buen trabajo e incluso mejorarlo. Mi sucesor lo ha hecho así. Enhorabuena JARE.
Lo mismo ocurre en muchas empresas. Veo que mis contactos desaparecen, que la gente que estaba, deja de estar. Hoy compré la revista GQ. José Luis Calvo, director de publicidad, ya no está. Y el director de la publicación tampoco. Con José Luis y con Sandra del Río hice muchas cosas... aquellos brillantes desfiles de moda que la revista producía y Porsche patrocinaba. Grandes ideas, grandes desfiles. En ellos conocí a personajes que aún son actualidad: Elsa Pataki, Fonsi Nietos, Jesús Carballo, Adriana Karembeu y mucha gente más. Los tiempos cambian... Y hay que adaptarse.
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