2.- Haz amigos en tu entorno. Patrocinar al equipo local de futbol o de ski es un “must” para aquellas empresas que tienen su actividad principal en la localidad donde viven las aficiones de estos equipos. En muchos casos, los propios trabajadores son los aficionados que acuden a las manifestaciones deportivas de los equipos locales. ¿Qué mayor orgullo y agradecimiento para la marca que financia a los hijos yo jugadores del equipo que abandera la ciudad? Si te lo puedes permitir hazlo. Contarás con el agradecimiento de tus trabajadores y familiares de éstos. Ford durante un tiempo lo tuvo muy claro con el Valencia CF. Su fábrica está en Almusafes, al lado de la capital valenciana. Todos sus trabajadores son Valencianos. Lo mismo pasa con el Celta de Vigo, la fábrica de Citroen está en Vigo y creo que aún perdura el patrocinio de la casa francesa al club de la ciudad. Todos contentos.
3.- Gánate a los fans. ¿Qué habría sido de Fernando Alonso sin el Banco Santander? Probablemente seguiría en Fórmula Uno y quizás no habría llegado a Ferrari. Pero, ¿qué sería de Santander en la Fórmula uno si no apoyase a Alonso, si continuara en McLaren? Claramente se perdería a millones de seguidores de Alonso, y se ganaría el desprecio de estos millones de personas por seguir apoyando al odiado Hamilton, en lugar de hacerlo con un español. Indudablemente… también se han ganado a un montón de italianos: well-done Mr. Botín. Ir con una masa ya constituida, que anhela apoyar a su campeón, es una herramienta de patrocinio ganadora e infalible. Si otro patrocinador hubiera sido más rápido en la jugada que el banco del Sr. Botín, se habría apoderado del corazón de millones de españoles… Pero creo que el Santander no ha tenido ninguna competencia en ese sentido.
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